INFORME RECONOCIMIENTO ARQUEOLÓGICO DE JANGALÁ
SAN MIGUEL – CAJAMARCA
Dr. Arqlº. Lorenzo Alberto Samaniego Román
lsamaniegor@yahoo.es
SAN MIGUEL – CAJAMARCA
Dr. Arqlº. Lorenzo Alberto Samaniego Román
lsamaniegor@yahoo.es
Atendiendo la invitación del Prof. Mario Alvítez Moncada, presidente de la Mesa de Concertación de Lucha contra la Pobreza de San Miguel, Cajamarca, coordinada con la Municipalidad Provincial de San Miguel, me constituí a dicha ciudad el día miércoles 28 de mayo del presente año (Foto 1), en compañía del Sr. Víctor Hugo Alvítez Moncada, para realizar el reconocimiento superficial de la zona arqueológica de Jangalá.
En efecto los días 28 y 29 de mayo pasado hice el reconocimiento de la zona arqueológica de Jangalá, el primer día acompañado por el señor Alcalde Provincial Ingº Guillermo Espinoza Rodás, los Sres. Víctor Hugo Soriano, regidor de cultura, Pascual Mostacero Pretel, regidor de Conservación de Recursos Naturales y Medio Ambiente, Wilmer Cabrera Díaz, chofer de la Municipalidad; Sr. Víctor Hugo Alvítez Moncada, UNS, y el Prof. Mario Serrano Quispe, presidente del Comité de Desarrollo Turístico de Jangalá, quien nos guió durante el reconocimiento al monumento; y, el segundo día sólo con el Sr. Víctor H. Alvítez Moncada.
1. UBICACIÓN Y DESCRIPCIÓN
1.1. Ubicación
El departamento y región de Cajamarca se encuentra al noroeste del Perú,
Limita por el norte con la república del Ecuador, por el sur con el departamento de La Libertad, por el este con el departamento de Amazonas y por el oeste con los departamentos de Lambayeque y Piura.
Cajamarca tiene 33 317,54 km2, su población aproximada es de 1 498 567 habitantes y está dividida en trece provincias, siendo la ciudad de Cajamarca la capital del departamento.
Una de las trece provincias es San Miguel de Pallaques, ubicada al sureste del departamento, tiene 2 542,06 km2, su población estimada es de 68 769 habitantes y está a 2 620 m.s.n.m.
Hacia el norte del pueblo de San Miguel (Ver Mapa Provincial San Miguel) y a 8 kms se encuentra el caserío de Jangalá, jurisdicción del distrito de San Miguel, y también a 2 600 m.s.n.m.
Jangalá es un caserío “acogedor que cautiva al visitante por su paisaje, sol brillante, buen clima y gran hospitalidad, es un pueblo de calles angostas, encajonada por casitas de adobe con techos de teja y con paredes de blancura especial”, según Antonio Correa Malca, natural del lugar.
La zona arqueológica se encuentra a continuación del caserío, hacia el noroeste (Foto 2).
1.2. Descripción
La zona arqueológica está dividida en dos sectores: Jangalá (Foto 3) y la “Torta” (Foto 4), nombre dado a una colina frente a la anterior, separados por una suave hondonada.
Jangalá comprende una colina un poco extendida que tiene un área aproximada de 08 hectáreas, cubierta de grama y pequeñas plantas, como de algunos árboles de eucalipto y arbustos.
Por los lados suroeste, oeste y norte se puede comprobar la existencia de hornacinas hechas en la roca sedimentaria constituida principalmente por carbonato de calcio, como también un puquio, restos de muros construidos con piedras y muestras de material cultural en toda la superficie, que explican una fuerte ocupación humana prehispánicas.
Las hornacinas, comúnmente llamadas “ventanillas”, fueron labradas en la roca, estas tienen como promedio 0.42 X 0.44 m. la entrada, que se prolonga por 0.80 m. de profundidad, y casi todas las hornacinas vistas, alrededor de treinta, tienen un fondo de aproximadamente 0.40 m. de profundidad al final (Foto 5).
Varias de estas hornacinas han sido destruidas parcialmente y algunos en un 90%, como también otras han sido o están afectadas por la erosión a causa de las lluvias y presión de las plantas que crecen cerca (Foto 6).
Estas hornacinas a nuestro juicio sirvieron para entierros humanos con sus ofrendas y originalmente fueron selladas por una especie de tapa.
En el breve reconocimiento de este sector me parece probable que aún existen hornacinas o tumbas no disturbadas.
Asimismo hay muchas evidencias de restos de muros de piedra, destruidos por acción de los agricultores; fosos que evidencian excavaciones clandestinas y construcciones actuales con material tradicionales (Foto 7), corrales para animales, de tal modo, que la zona arqueológica es afectada permanentemente.
Al frente y a unos 300 m. hacia el oeste está otra colina natural, más alta, erosionada por los costados, que los lugareños llaman “Torta”. También cubierta de vegetación y árboles en la parte superior.
En la cima de este sector hay fragmentos de cerámica, remoción de tierra, es decir, excavaciones clandestinas.
Durante el reconocimiento pude ver en el lado oeste del primer sector un puquio (Foto 8), entre una oquedad alta del cerro, y a 1.60 m. de altura una figura incisa que corresponde a una cruz encerrada por un círculo hecho modernamente (Foto 9).
El puquio para el hombre andino fue “pacarina”, el lugar de donde brota a se originó todo lo existente en la tierra, por lo tanto, lugar sagrado, una waka.
Esta debió ser la razón por la que el sitio fue ocupado por el hombre andino hacia el siglo XII, convirtiéndose en lugar de vivienda y necrópolis.
Así Jangalá forma parte de una tradición funeraria que se extendió en los departamentos de Cajamarca y Amazonas.
Jangalá verdaderamente es uno de los buenos ejemplos de esa tradición y de importancia para la historia nacional y con muchas probabilidades de ser aprovechado para el turismo en el área.
2. SITUACIÓN ZONA ARQUEOLÓGICA
La situación actual de la zona arqueológica de Jangalá es la siguiente:
2.1. Intemperismo
Al ambiente que rodea al monumento incide permanentemente en su deterioro, especialmente, el calor durante el día y el frío por la noche, la variación brusca de la temperatura, que provoca dilatación y contracción en los materiales; asimismo, las lluvias anuales que discurren entre las hornacinas o “ventanillas” y hacen serio daño debido a la naturaleza deleznable de la roca (Foto 10).
Menor incidencia tienen los vientos y los productos químicos que usan los agricultores.
2.2. Construcciones y ocupación actual
Estos son otros factores que han contribuido y contribuyen al deterioro del bien cultural, tenemos la instalación de viviendas construidas con materiales tradicionales y que además sus ocupantes realizan labores agrícolas y de pastoreo en la zona arqueológica; asimismo es probable que el templo Monte de los Olivos y la gran escalinata de cemento se encuentran sobre la zona arqueológica, pues cerca hay evidencia de construcciones y fragmentos de cerámica prehispánicas (Foto 11).
2.3. Excavaciones clandestinas
Hemos obtenido mucha información de excavaciones clandestinas en el lugar, específicamente durante la Semana Santa de cada año, como en otras épocas.
Han sido descubiertas algunas tumbas con sus ofrendas, así pudimos fotografiar dos ceramios que fueron parte de la ofrenda de una tumba huaqueada, uno de ellos es del estilo Chimú y el otro del estilo Cajamarca (Foto 12).
No queda duda de que debe haber otros entierros en el subsuelo y en las hornacinas elaboradas en la roca que aún faltan descubrir.
Además de las excavaciones que hacen los pobladores con otros fines, como zanjas para construir casas, hacer silos, plantar postes, sembrar plantones, etc (Foto 13).
La naturaleza (intemperismo) y la acción humana en general sin ningún cuidado en la zona arqueológica producen daños en el monumento y que deben ser resueltos a través de un programa de trabajos de acuerdo a la situación actual.
3. PROGRAMA DE TRABAJOS
En primer lugar es vital determinar el área arqueológica total de Jangalá, asimismo, su correspondiente entorno paisajístico, que permitan su puesta en valor, conservación permanente y apertura al público (Foto 14).
De acuerdo a lo anterior el programa de trabajos para la puesta en valor de la zona arqueológica debe observar los siguientes pasos:
3.1. Levantamiento topográfico, delimitación física y señalización de la zona arqueológica en coordinación con el Instituto Nacional de Cultura, sede Cajamarca, y el apoyo de la Universidad Nacional del Santa.
3.2. Elaboración y ejecución del proyecto arqueológico y de conservación de Jangalá con la autorización del Instituto Nacional de Cultura, para el efecto.
3.3. Construcción de una Sala de Exposición y Centro Artesanal con sus respectivos servicios.
En San Miguel reside doña María del Milagro Cubas Bravo, estudiante del 4to. año u 8vo. Ciclo de Arqueología en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, quien puede contribuir en las tareas de la puesta en valor del monumento, más aún, es del lugar, teniendo en cuenta que el resultado de estos trabajos necesitan el cuidado y atención de un especialista para la buena conservación y su apertura al público.
Asimismo, el expediente técnico del proyecto “Desarrollo Turístico Jangalá” puede o debe ser adecuado al punto 3.1. y a otros labores que coadyuven a la puesta en valor de la zona arqueológica y de su entorno o marco paisajista.
4. POSIBILIDADES
4.1. La zona arqueológica de Jangalá tiene varias posibilidades para ser aprovechada desde el punto de visto arqueológico, de proyección de las actividades artesanales de la zona y turístico, que contribuirá al desarrollo sostenido de la población en los aspectos socio – económico, educativo – cultural y afirmar la identidad de sus pobladores.
4.2. Establecer el circuito arqueológico: Chilete – Kuntur Wasi – Jangalá, que seguramente se ampliará en el futuro.
4.3. Seguramente hay otros aspectos que deben ser tomados en cuenta para el desarrollo turístico de San Miguel, con el mejor conocimiento de su entorno geográfico, de su fauna y flora, fiestas o costumbres tradicionales, etc.
Insertar la provincia de San Miguel en el circuito turístico de la zona y de la región debe ser el objetivo final.
Nuevo Chimbote, Junio, 2008
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA
Centro de Conservación del Patrimonio Cultura
Dr. Arqlº. Lorenzo Alberto Samaniego Román
Coordinador General
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA (Chimbote – Ancash - Perú)
Centro de Conservación del Patrimonio Cultural – Coordinación General
Fotos del autor
ILUSTRACIONES DEL INFORME
FOTO 1 Plaza principal e Iglesia matriz de San Miguel
Plano Provincial
FOTO 2 Caserío de Jangalá y zona arqueológica
FOTO 3
FOTO 4
FOTO 5
FOTO 6
FOTO 7
FOTO 8
FOTO 9
FOTO 10
FOTO 11
FOTO 12
FOTO 13 Estructura de madera para lidia de
toros contiguo al monumento
FOTO 14
La zona arqueológica está dividida en dos sectores: Jangalá (Foto 3) y la “Torta” (Foto 4), nombre dado a una colina frente a la anterior, separados por una suave hondonada.
Jangalá comprende una colina un poco extendida que tiene un área aproximada de 08 hectáreas, cubierta de grama y pequeñas plantas, como de algunos árboles de eucalipto y arbustos.
Por los lados suroeste, oeste y norte se puede comprobar la existencia de hornacinas hechas en la roca sedimentaria constituida principalmente por carbonato de calcio, como también un puquio, restos de muros construidos con piedras y muestras de material cultural en toda la superficie, que explican una fuerte ocupación humana prehispánicas.
Las hornacinas, comúnmente llamadas “ventanillas”, fueron labradas en la roca, estas tienen como promedio 0.42 X 0.44 m. la entrada, que se prolonga por 0.80 m. de profundidad, y casi todas las hornacinas vistas, alrededor de treinta, tienen un fondo de aproximadamente 0.40 m. de profundidad al final (Foto 5).
Varias de estas hornacinas han sido destruidas parcialmente y algunos en un 90%, como también otras han sido o están afectadas por la erosión a causa de las lluvias y presión de las plantas que crecen cerca (Foto 6).
Estas hornacinas a nuestro juicio sirvieron para entierros humanos con sus ofrendas y originalmente fueron selladas por una especie de tapa.
En el breve reconocimiento de este sector me parece probable que aún existen hornacinas o tumbas no disturbadas.
Asimismo hay muchas evidencias de restos de muros de piedra, destruidos por acción de los agricultores; fosos que evidencian excavaciones clandestinas y construcciones actuales con material tradicionales (Foto 7), corrales para animales, de tal modo, que la zona arqueológica es afectada permanentemente.
Al frente y a unos 300 m. hacia el oeste está otra colina natural, más alta, erosionada por los costados, que los lugareños llaman “Torta”. También cubierta de vegetación y árboles en la parte superior.
En la cima de este sector hay fragmentos de cerámica, remoción de tierra, es decir, excavaciones clandestinas.
Durante el reconocimiento pude ver en el lado oeste del primer sector un puquio (Foto 8), entre una oquedad alta del cerro, y a 1.60 m. de altura una figura incisa que corresponde a una cruz encerrada por un círculo hecho modernamente (Foto 9).
El puquio para el hombre andino fue “pacarina”, el lugar de donde brota a se originó todo lo existente en la tierra, por lo tanto, lugar sagrado, una waka.
Esta debió ser la razón por la que el sitio fue ocupado por el hombre andino hacia el siglo XII, convirtiéndose en lugar de vivienda y necrópolis.
Así Jangalá forma parte de una tradición funeraria que se extendió en los departamentos de Cajamarca y Amazonas.
Jangalá verdaderamente es uno de los buenos ejemplos de esa tradición y de importancia para la historia nacional y con muchas probabilidades de ser aprovechado para el turismo en el área.
2. SITUACIÓN ZONA ARQUEOLÓGICA
La situación actual de la zona arqueológica de Jangalá es la siguiente:
2.1. Intemperismo
Al ambiente que rodea al monumento incide permanentemente en su deterioro, especialmente, el calor durante el día y el frío por la noche, la variación brusca de la temperatura, que provoca dilatación y contracción en los materiales; asimismo, las lluvias anuales que discurren entre las hornacinas o “ventanillas” y hacen serio daño debido a la naturaleza deleznable de la roca (Foto 10).
Menor incidencia tienen los vientos y los productos químicos que usan los agricultores.
2.2. Construcciones y ocupación actual
Estos son otros factores que han contribuido y contribuyen al deterioro del bien cultural, tenemos la instalación de viviendas construidas con materiales tradicionales y que además sus ocupantes realizan labores agrícolas y de pastoreo en la zona arqueológica; asimismo es probable que el templo Monte de los Olivos y la gran escalinata de cemento se encuentran sobre la zona arqueológica, pues cerca hay evidencia de construcciones y fragmentos de cerámica prehispánicas (Foto 11).
2.3. Excavaciones clandestinas
Hemos obtenido mucha información de excavaciones clandestinas en el lugar, específicamente durante la Semana Santa de cada año, como en otras épocas.
Han sido descubiertas algunas tumbas con sus ofrendas, así pudimos fotografiar dos ceramios que fueron parte de la ofrenda de una tumba huaqueada, uno de ellos es del estilo Chimú y el otro del estilo Cajamarca (Foto 12).
No queda duda de que debe haber otros entierros en el subsuelo y en las hornacinas elaboradas en la roca que aún faltan descubrir.
Además de las excavaciones que hacen los pobladores con otros fines, como zanjas para construir casas, hacer silos, plantar postes, sembrar plantones, etc (Foto 13).
La naturaleza (intemperismo) y la acción humana en general sin ningún cuidado en la zona arqueológica producen daños en el monumento y que deben ser resueltos a través de un programa de trabajos de acuerdo a la situación actual.
3. PROGRAMA DE TRABAJOS
En primer lugar es vital determinar el área arqueológica total de Jangalá, asimismo, su correspondiente entorno paisajístico, que permitan su puesta en valor, conservación permanente y apertura al público (Foto 14).
De acuerdo a lo anterior el programa de trabajos para la puesta en valor de la zona arqueológica debe observar los siguientes pasos:
3.1. Levantamiento topográfico, delimitación física y señalización de la zona arqueológica en coordinación con el Instituto Nacional de Cultura, sede Cajamarca, y el apoyo de la Universidad Nacional del Santa.
3.2. Elaboración y ejecución del proyecto arqueológico y de conservación de Jangalá con la autorización del Instituto Nacional de Cultura, para el efecto.
3.3. Construcción de una Sala de Exposición y Centro Artesanal con sus respectivos servicios.
En San Miguel reside doña María del Milagro Cubas Bravo, estudiante del 4to. año u 8vo. Ciclo de Arqueología en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, quien puede contribuir en las tareas de la puesta en valor del monumento, más aún, es del lugar, teniendo en cuenta que el resultado de estos trabajos necesitan el cuidado y atención de un especialista para la buena conservación y su apertura al público.
Asimismo, el expediente técnico del proyecto “Desarrollo Turístico Jangalá” puede o debe ser adecuado al punto 3.1. y a otros labores que coadyuven a la puesta en valor de la zona arqueológica y de su entorno o marco paisajista.
4. POSIBILIDADES
4.1. La zona arqueológica de Jangalá tiene varias posibilidades para ser aprovechada desde el punto de visto arqueológico, de proyección de las actividades artesanales de la zona y turístico, que contribuirá al desarrollo sostenido de la población en los aspectos socio – económico, educativo – cultural y afirmar la identidad de sus pobladores.
4.2. Establecer el circuito arqueológico: Chilete – Kuntur Wasi – Jangalá, que seguramente se ampliará en el futuro.
4.3. Seguramente hay otros aspectos que deben ser tomados en cuenta para el desarrollo turístico de San Miguel, con el mejor conocimiento de su entorno geográfico, de su fauna y flora, fiestas o costumbres tradicionales, etc.
Insertar la provincia de San Miguel en el circuito turístico de la zona y de la región debe ser el objetivo final.
Nuevo Chimbote, Junio, 2008
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA
Centro de Conservación del Patrimonio Cultura
Dr. Arqlº. Lorenzo Alberto Samaniego Román
Coordinador General
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA (Chimbote – Ancash - Perú)
Centro de Conservación del Patrimonio Cultural – Coordinación General
Fotos del autor
ILUSTRACIONES DEL INFORME
FOTO 1 Plaza principal e Iglesia matriz de San Miguel
Plano Provincial
FOTO 2 Caserío de Jangalá y zona arqueológica
FOTO 3
FOTO 4
FOTO 5
FOTO 6
FOTO 7
FOTO 8
FOTO 9
FOTO 10
FOTO 11
FOTO 12
FOTO 13 Estructura de madera para lidia de
toros contiguo al monumento
FOTO 14
No hay comentarios:
Publicar un comentario